Lo de ZZTop es un caso
peculiar, a pesar de ser una banda con una formula algo simple, blues, rock,
boogie, bien mezclado con un toque de
eso que tienen los que nacieron en el sur de Estados Unidos que parece les hace
algo particulares, pero ese extraño afán de en cada década, incluir a su mezcla
el ingrediente de sonar acorde con los tiempos, tienen bastantes cambios de
sonido, y bueno, seguidores y detractores de esta manera de recorrer su camino.
Pero aun teniendo en cuenta esta capacidad y gusto por adaptarse y buscar otra
manera de ejecutar sus discos. Cuando Mr. Gibbons lanzó al publico su Perfectamundo en 2015, un disco sacado fuera
de la base de esa trinidad blues/rock/boogie, y recorriendo caminos demasiado
eclécticos, asusto a mucha gente. Puede que justificado o no. Por lo que el
anuncio de disco para este año, quizás encendiera las alertas más que la
expectación.
Son cuartenta minutos de
blues, con el sonido sucio y saturado marca de la casa, alberga versiones y
temas de cosecha propia, pero si escuchas el disco, el conjunto es homogéneo,
todo perfectamente cuidado y elegantemente ejecutado. Aunque no podía dejar de
meter su momento juguetón, y el disco lo cierra una versión de Bo Didley, la
peculiar Crackin Up, con cierto poso caribeño, que es la excepción que confirma
la regla dentro del disco de Billy.
Gibbons no ofrece nada
nuevo, ni podemos decir que esto es un nuevo y original impulso para el estilo
que defiende, pero si es cierto que ha facturado un artefacto disfrutable, que
incluso la portada te anima a probar lo que este veterano tiene que ofrecer.
Nota : 90
No hay comentarios:
Publicar un comentario