Tercer disco de Graveyard, y estos chicos me siguen
maravillando. Quizá el listón quedo algo alto en su “Hisingen Blues” del pasado año, lo que puede llegar a
hacer desmerecer este “Lights Out”, aunque para nada el resultado es malo o
mediocre. Siguen su línea, su sonido, su
muralla de sonido para ser más exactos. Inmersos en esa corriente que nos llega
desde el norte de Europa con un revival del hard-blues 70’s, con ese filtro de
psicodelia que según que banda lo hacen mas visible o tan solo lo insinúan,
Graveyard según mi punto de vista aportan algo mas, una calidad en los temas
que les hace estar algunos peldaños por encima, que te hace fijarte en ellos,
prestarles atención, por no mencionar que en su directo defienden su sonido de
manera sobresaliente e impactante, con un sonido brutal. Pero eso es otra historia.
Algo más de media hora repartido en 9 cortes para cumplir
con esa premisa que tango defiendo que ningún disco sencillo debería durar más
de 40 minutos, ya que complicaría la apreciación global del disco si no
consiguen que todos los temas sean punteros. En eso también llevan los 70 por
bandera. Eso si, todo ello con un sonido
actualizado, renovado, y ya casi me atrevo a decir que propio, firma de la
casa.
“Seven Seven”, “Endless Night” y “Goliath”, todos ellos de
menos de 3 minutos son los temas rápidos, con pegada y perfectos para llevar al
directo, donde extraen su vertiente mas rockera, pudiendo ser single cualquiera de ellos. Pero
donde todos los que nos hemos enganchado a su sonido seguro que esperamos mas
el otro tipo de corte que llevan sus discos, temas mas largos, mas elaborados,
temas que comienzan bajitos y clamados, como pasajes mas sicodélicos, para
subir de intensidad, para volver a bajar y así hacer esos cambios tan característicos
y que tan bien nos ofrecen hasta la fecha.
Nunca serán un grupo de masas, para grandes públicos, pero
lo conseguido hasta ahora, les deja quizá un poco por encima de las bandas contemporáneas, y siguen ofreciendo grandes
trabajos cada año. Esperemos que dure.
4 comentarios:
Creo que la música que nos gusta a ti y mi, entre los que se encuentran Graveyard, es de pequeñas audiencias, salvo contadas y honrosisimas excepciones. Es una pena no haber leído tu crónica ayer cuando pedí este álbum, aunque creo que no me voy a arrepentir de escucharlo una y otra vez, como ha ocurrido con Hisingen Blues. Ojala podamos verlos pronto por aquí.
Un abrazo.
Aurelio; Si, siempre seran de tocar en salas pequeñas, pero ya te digo que en el Azkena, escenario pequeño, sonaron como si fueran grandes no, enormes!!
Gracias por participar
Saludos!!!
Mr. Sabbath, totalmente deacuerdo. Los ví primero en una sala en Amsterdam, y bien. Más tarde los ví en el Azkena, y flipé x 3. Muy grandes fueron.
Rex; Creo que mucha gente ni se imagina de lo que son capaces en directo, a ver si hacen gira por salas, que tengo ganas.
Gracias por participar!!
Saludos!!!
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